Tras 13 frustrados intentos aprobaron ingreso de Uruguay a la red de Telesur

Después de 13 frustrados intentos, Diputados aprobó el proyecto mediático venezolano de Telesur en el que ya están Cuba, Ecuador, Bolivia, Argentina y Nicaragua. La oposición habla de atentado a la soberanía y la izquierda minimizó las consecuencias del convenio televisivo.

Uruguay se sumó desde anoche a la red televisiva continental impulsada desde Venezuela y que lleva por nombre Telesur.

Trece veces se intentó aprobar ese proyecto en esta cámara parlamentaria y, erradicando toda superstición y presagios de mala suerte que conlleva el aparente nefasto numerito, el acuerdo legal enviado por la presidencia el 10 de marzo de 2006 y que luego fuera aprobado por el Senado en agosto de aquel mismo año, se terminó de sancionar anoche con los únicos votos del Frente Amplio y el rechazo casi visceral de la oposición.

Se aprobó en general con 51 votos en 63. Carlos Baráibar estaba fuera de la sala al momento de votarlo. Los escasos representantes de los partidos Nacional, Independiente y Colorado vaticinaban que, si se aprobaba el proyecto, nuestro país iba a caer en una deformación cultural, se violaría su soberanía, perderíamos nuestros más caros valores y hasta incluso correríamos el peligro de empezar a tararear joropos llaneros y no milongas cadenciosas o tangos tristones. Y acaso los bares suplantarían el retrato del morocho del abasto por el de Alí Primera. Aunque si atendemos lo esgrimido por algunos legisladores del oficialismo, el proyecto de Telesur tendrá una trascendencia social y política minúscula, que llevaría a echar mano a aquella frase de "la montaña parió un ratón". Es decir, no pasará absolutamente nada. "Este convenio entre Uruguay y Venezuela, por el cual vamos a integrar una televisión marginal, no se cumplirá. Yo lo voto sin demasiado entusiasmo pero como soy del gobierno lo acompañaré".

Esta frase que suena más a confesión que a otra cosa salió de la boca del diputado Enrique Pintado (Asamblea Uruguay) que aunque tiraba a menos el proyecto, lo defendió a capa y espada cuando desde la bancada opositora se lo cuestionaba de pies a cabeza. Y en eso de criticar, Jaime Trobo, José Carlos Cardoso y Pablo Iturralde, blancos todos pero con matices ideológicos entre sí, fueron los que más adobaron el debate.

Trobo gritaba hasta la afonía por pretender que alguien le dijera "qué intenciones políticas se escondían" en el proyecto de Telesur. "¿Acaso Venezuela quiere justificar su política represora de comunicación?" o si no "¿vamos a entregarnos a un país beligerante?", repetía el herrerista. Pablo Iturralde, que de tanto en tanto aparecía detrás de Trobo, cuando lo hacía acusaba al gobierno de Chávez de "antidemocrático" y José Carlos Cardoso objetaba que en base al convenio suscrito nadie de nuestro país estaría en el directorio de Telesur por lo que Uruguay no incidiría en el contenido de la señal continental. El emepepista Juan José Domínguez, aquél de la famosa frase "oligarca puto", le advirtió a Cardoso por el tono que estaba teniendo su discurso. "No te pasés" le dijo al herrerista acompañándose de ademanes, a lo que Cardoso, con su mejor cara de yo no fui, le respondió: "¿me pide una interrupción?, se la doy. Yo discuto con palabras no con las manos".

No pasó más de esto. Aportaron lo suyo ¬además de los ya citados¬ los diputados Adriana Peña (que en un momento se distrajo y casi vota el proyecto a favor), Iván Posada, Doreen Ibarra, Guido Machado, Tabaré Hackenbruch y Ruben Martínez Huelmo, informante éste de la iniciativa.

Con este convenio, Uruguay participará con el 7% de las acciones totales y estará habilitado a aportar 20 horas mensuales en la programación de la "nueva televisión del Sur" (así la llaman). También se crea el servicio de corresponsalía, una oficina de Telesur en Montevideo y se propenderá a un enlace satelital diario con Venezuela para la emisión de noticias en directo. El convenio tiene una duración de cinco años.


La República, 03 de junio de 2009 - Ricardo Portela