jueves, 7 de mayo de 2009

Presidente de APU: “No hay una política oficial de presiones a los periodistas, más allá de incidentes aislados”

En el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Libertad de Prensa, el Grupo Medios y Sociedad realizó una entrevista con el Presidente de la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU), Víctor Abelando, para conocer su opinión sobre la situación de la libertad de expresión en Uruguay


- Teniendo en cuenta el Relatorio 2008 de la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU), en el que plantean que a veces el Poder Judicial frena algunos avances legislativos que ha habido, ¿cómo se están llevando a cabo las implementaciones de esas normativas aprobadas?

- En el Interior el Poder Judicial es un problema, no tanto en la capital. En el Interior hay mayor sensibilidad ante el poder, porque tiene nombre y apellido, se conocen los hábitos que tiene, uno se lo puede cruzar en la calle o en cualquier lugar.

En cuanto a la implementación de los avances, creo que se empieza a caminar. Habrá que evaluarlo en un período más largo. En 2009 no hemos tenido casos de denuncia judicial, sí hemos tenido casos de persecución patronal.

- ¿Qué avances se podrían destacar en nuestro país en materia de información y comunicación?

- Hay mayor acceso a la información, con sus limitaciones, pero es un avance. También en que no hay presiones a periodistas, como solía ocurrir anteriormente. Sobre todo sobre los medios, en el sentido de llamadas telefónicas. Más allá de algún incidente aislado –tenemos dos en los últimos días– pero que no son parte de una política oficial sino que provienen de desconocer cómo es el trabajo periodístico.

El periodista tiene que hacer todo lo posible por conocer lo que alguien quiere que no conozca. Toda investigación genera problemas, y a veces las reacciones no son las correctas. Pero no hay una política en ese sentido, que ya no la hubo en el gobierno de Jorge Batlle.

- ¿Qué otros avances podrías destacar?

- Los otros avances están dados en función de las condiciones de trabajo. La instalación de los Consejos de Salarios, la categorización de funciones, más allá que se conozcan o no. Hay algunos lugares de trabajo en los que se desconoce, el interior del país es un drama, pero también lo hay en la capital. Además, sobre todo en las radios, se está dando la multifuncionalidad: una misma persona es operador y locutor, entre otras cosas.

Si uno mira la situación de los medios de comunicación antes y después de los Consejos de Salarios, no sólo ha habido un incremento en el salario real, sino una categorización de tareas que no estaba establecida.

- En cuanto al proyecto de ley modificativo de la actual Ley de Prensa, en términos conceptuales, ¿qué opinión te merece esa discusión?

- Está claro que la Justicia Penal no puede intervenir en cosas de este estilo. Hay casos como el de Dogliani en Paysandú hace unos años, un periodista que denuncia una estafa comprobada en la administración pública.

Este proyecto tiene cosas que son importantes, pero también digo que el periodista no debe tener impunidad. Así como hay un extremo, hay otro.

Hay un chiste muy famoso que cuenta que en un medio de comunicación están por cubrir un puesto, y luego de que varios aspirantes han pasado por la entrevista, a uno de ellos el Director le dice: “escriba sobre Jesucristo”, a lo que el aspirante pregunta: “¿a favor o en contra?”. “El puesto es suyo”, dice el Director.

Independientemente de esto, no se deben judicializar temas de información, pero también debe existir el derecho a respuesta. El periodista no puede ser impune y decir cualquier cosa, aunque tampoco puede existir un sector de la sociedad de la que no se pueda decir nada sobre ella.

En el Interior uno de los factores que limita esto es la cercanía con los distintos actores relevantes, esa cosa semifeudal en la que la misma persona es dueña de la radio, el supermercado, lo que hace muy difícil el trabajo de los compañeros.

- En materia de asignación de publicidad oficial, el GMS ha elaborado una propuesta de proyecto de ley al respecto. ¿Cuál es tu postura ante este tema?

- La publicidad oficial tiene dos extremos. Uno es lo que sucedió entre ANCAP y el semanario Patria, que se descubrió en función de la Comisión Investigadora sobre los Entes que hay en el Parlamento sobre este tema. Esto responde a un vicio de cómo se debe funcionar con la publicidad oficial.

Lo otro es una norma establecida que también me parece extrema en algún sentido, que la publicidad oficial se adjudique en función de tiraje, audiencia, ese tipo de cosas. Aparentemente sería lo más normal, porque no está determinada por afinidad del gobernante sino por la realidad del mercado. Pero es un problema que exclusivamente la realidad del mercado determine la publicidad oficial.

Eso implica, para medios alternativos o que no tienen poder económico o partidos políticos detrás, un problema. La política del Estado debe tender a la ampliación de los medios de comunicación y a que la sociedad civil, o agentes que no son los naturales, participen en la cosa informativa.

Regirse exclusivamente por las reglas del mercado no asegura la democratización de los medios de comunicación, eso facilitaría la concentración. ¿Cuál es la alternativa? Está claro que no puede ser de acuerdo a afinidad ideológica, tampoco puede ser exclusivamente en función de las normas del mercado. Hay un espacio para encontrar una fórmula con contrapartidas para que la publicidad sirva –y esto puede sonar un poco hereje– para fomentar la ampliación del espectro de medios de comunicación que se ofertan a la sociedad.

Hay que buscar un mecanismo discutido en toda la sociedad, no puede ser decisión de un gobierno. En algunos países hay fomento de los medios de comunicación. Fruto de la crisis, Sarkozy multiplicó por 8 los subsidios a la prensa. Aquí no hay medidas de apoyo a la prensa, que es la que más sufre en momentos de crisis, a diferencia de la radio o la televisión.

Así como uno puede decir que la industria textil o la de autopartes son importantes y se las debe ayudar, hay que fijar una política con los medios de comunicación porque así como cierran fábricas, que los medios se concentren en pocas manos es negativo para la democracia. Hay una falla del Estado en este sentido.

Una de esas políticas puede venir de la mano de la asignación de la publicidad oficial, o a través de la distribución –que es monopólica en Montevideo–.

Otro de los avances se da con la aprobación de la Ley de Radiodifusión Comunitaria, pero con los medios que son centrales, que son el núcleo duro de la comunicación en Uruguay, no hay una política definida.

- ¿Qué es lo que tiene saldado APU en cuanto a este tema de la asignación de publicidad oficial?

- APU tiene una postura de que debe regirse no en función de afinidad ideológica o de la importancia del medio. Tiene que ser por lo menos equitativa la publicidad, no puede deberse a favores o ese tipo de cosas.

Cuando desde algunos sectores se plantea que debe regirse en función del tiraje o de la audiencia, hay una parte de razón pero no toda. Hay algo más allá que las simples reglas del mercado que obligan a tener políticas distintas, equitativas. Esto no quiere decir que sean tratados todos por igual, sino en función de lo que necesitan.

Empezamos a discutir el tema hace dos sesiones del Consejo Central de APU, pero me parece que la publicidad oficial tiene que insertarse en el marco de una política de medios que no hay.

- La crisis económica que está afectando a varios países, y que tú mencionaste, ¿cómo repercutirá en la prensa escrita, dado que es el sector más vulnerable, tal como lo planteaste?

- Nosotros tenemos planteos que han aparecido en algunas empresas con posibilidades de seguro de paro a nivel de prensa, y algunas medidas que se están tomando como la conformación de unipersonales, lo que significa no pagar aporte patronal por parte de los propietarios.

El problema que se puede volver a plantear es el de la flexibilización laboral. Los más afectados por la crisis –a medida que vaya llegando– serán los productos que se exportan, de hecho la industria ya lo está sufriendo. Entonces, lo primero que se dejan de comprar son los diarios.

La coincidencia de factores no resueltos más la coyuntura del efecto de la crisis va a ser un problema para los medios de comunicación impresos, a pesar de que no hay datos –por ejemplo– de que haya una disminución en la publicidad. Acá, ante aspectos críticos, la salida que se encuentra es la reducción salarial o la flexibilización.

Si el escenario del país llega a ser de recesión, lo vamos a sentir, si bien estamos en mejores condiciones que en 2002 para afrontar la eventual crisis.

- ¿Tienen alguna investigación en curso respecto a la situación de los medios de comunicación ante esta posible situación de crisis económica?

- Hace unas semanas se empezó a hacer un estudio –que no está terminado todavía– Consejo por Consejo: uno de Radio, otro de Televisión, otro de Agencias Internacionales y uno de Prensa. Están elaborando informes para ver cómo está la situación, y dentro de –aproximadamente– una semana estaría terminado.

A modo de resumen, lo que está faltando es una política sobre los medios, que uno espera de un gobierno de izquierda, que no sea el mercado el que exclusivamente determine. Así como habrá un canal para el PIT-CNT, la Universidad de la República, que es una medida positiva, también debe haber medidas que faciliten la aparición de prensa alternativa, independiente. Toda la prensa alternativa está con problemas: la diaria, Brecha, y si no los tienen es porque no se cumplen algunas cosas que tienen que cumplir.

Toda política que se tome desde el Estado debe tener una contrapartida, para no terminar como aquello de las carteras pesadas: se destinan préstamos que no se utilizan en lo que estaba previsto,el dinero termina en el exterior y la deuda se socializa.

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Reseña personal

Víctor Abelando nació en Montevideo en 1953. Durante su juventud cursó estudios en la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, paralelamente a su actividad gremial como dirigente de la Federación de Estudianets Universitarios del Uruguay (FEUU). Se vio obligado a abandonar sus estudios debido al golpe de Estado del 27 de junio de 1973, con el que se inició una dictadura cívico-militar que se prolongó durante 12 años, período en el cual Abelando estuvo como preso político.
Al momento de la restauración democrática, inició estudios de Historia, pero los abandonó.
Como periodista se desempeñó, entre otros lugares, en el diario La República desde 1997 hasta 2003 y actualmente escribe en el semanario Brecha, lugar en el que colaboró entre 1995 y 1997. A su vez, hoy ocupa el cargo de Presidente de la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU).
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MÁS INFORMACIÓN
- Ley de Prensa - Para más información sobre este proyecto de ley: "Gobierno envía al Parlamento proyecto para despenalizar varias figuras que limitan la libertad de expresión"

- Proyecto de ley modificativo - Ver el Proyecto de Ley modificativo, con fecha 29 de setiembre de 2008

- APU - Nueva Web de la Asociación de la Prensa Uruguaya

- Relatorio 2008 - Ver el Relatorio de APU en formato PDF


GMS, 07 de mayo de 2009 - Entrevista de Fernando Gelves

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