jueves, 14 de mayo de 2009

Legado TECNO

El "complemento" del Ceibal, el Plan Cardales, es el otro gran proyecto tecnológico del gobierno. La idea de vender internet, TV cable y telefonía fija a un precio accesible enfrenta suspicacias y el abandono algunos socios indispensables.

El presidente Tabaré Vázquez sabe, como todo político con sus ambiciones, que después de haber llegado al gobierno por consentimiento popular, el siguiente examen de un mandatario está en los libros de historia. Esa es la victoria final: el hacer algo, dejar algo, construir algo que, de alguna manera, no haga que su administración pase desapercibida como una transición hacia vaya quién a saber dónde.

Y ahí aparece el Plan Ceibal. Y el Plan Cardales. Ambos forman parte de ese legado que Vázquez reserva para él: ser el presidente que puso al país en condiciones tecnológicas más o menos contemporáneas.

El Plan Ceibal, o sea llevar una laptop a cada escolar, fue el primer paso. Ahora, el Plan Cardales que llevaría a que cada hogar tenga internet, televisión por cable y telefonía fija, es la última frontera. Ese plan -tan complicado como el Ceibal pero con muchas más voluntades a contemplar y muchos interesados en participar- genera optimismo en el gobierno y recelo en especialistas en telecomunicaciones y en algunos de los que están convocados a participar. Hay un par de recursos en la Justicia por sectores que están excluidos de la comisión que estudia la implementación del plan y por lo que ven como un reforzamiento del monopolio de Antel, que, de hecho, es la única opción.

Aunque todas las fuentes consultadas coincidieron en lo loable de las intenciones del gobierno, muchos se mostraron suspicaces en cuanto a la capacidad de implementarlo, sin saltear molestias de ciertos sectores, o en cuanto a la generación de inversiones exageradas por parte del Estado.

Qué Pasa, además, pudo saber de primera mano que los operadores de cable no estarían dispuestos a dar toda la cooperación que el Estado les requeriría para conformar la grilla de la oferta televisiva. Consideran que ofrecer un producto tan seductor como los canales abiertos de la capital es desigual con el aporte de una banda ancha limitada que haría Antel. Su salida sería un golpe duro al Cardales.

URUGUAY EN EL MUNDO. En una sigla que parece forzada, Cardales significa "Convergencia para el Acceso a la Recreación y al Desarrollo de Alternativas Laborales y Emprendimientos Sustentables". El nombre al que formaron de una manera tan rebuscada refiere a Cardal, en el departamento de Florida, el lugar elegido para lanzar el Plan Ceibal, del que el Cardales es un "desprendimiento", como dice el propio decreto que lo conforma.

"El Plan Cardales se propone convertir al Uruguay en el primer país totalmente conectado y convergente", dijo el presidente Vázquez en su discurso del 7 de marzo en la Plaza Libertad. "En el mundo actual la conectividad de los hogares, el acceso al mundo de las tecnologías de la información y del conocimiento, no es un adorno del desarrollo, sino que constituye el núcleo del desarrollo", agregó.

Los motivos del gobierno están explicitados en el decreto de creación del Cardales.
Allí se dice que es concebido como "un programa a efectos de avanzar hacia la sociedad de la información, desarrollando la conectividad y la convergencia en un marco de la inclusión social y promoción de empresas nacionales, que pone al alcance de todos los habitantes del país las más amplias posibilidades de educación, información, cultura, esparcimiento y capacitación para la generación de emprendimientos laborales dentro de las políticas de acceso universal fijadas por el Poder Ejecutivo".

Fuentes muy cercanas al presidente Vázquez confirmaron a Qué Pasa que el mandatario considera el Ceibal y el Cardales su principal aporte a las futuras generaciones, a las que llegó a definir como "ceibalitos". La fuente aseguró que el actual gobierno se dedicó primero a arreglar los cimientos institucionales del país, y "ahora va por las ventanas". "Este es su legado", confirmó el informante, integrante del cuerpo de asesores presidenciales.

Vázquez lo definió de una manera concreta: "Más allá de ese título interminable, el Plan Cardales consiste en implementar un sistema que permite poner a disposición de todos los hogares uruguayos servicios de internet, televisión para abonados y telefonía a un precio inferior al de la suma de cada uno por separado", dijo el 7 de marzo.

En un extenso documento de trabajo fechado el 30 de enero se habla, además de otros beneficios, de fomentar la "cohesión familiar" y potenciar "fuertemente la industria de contenidos culturales". Señala también que "acceder al teletrabajo permite cuantiosas ganancias de productividad".

Todo eso para un paquete de cable de una decena de canales, una conexión de banda ancha de baja velocidad y un teléfono fijo.

En cuanto a la oferta de televisión por abonados, trascendidos oficiales han hablado de una grilla integrada por los tres canales privados de Montevideo, Canal 5, VTV, TV Ciudad, un canal educativo y un canal cultural.

Sin embargo, altas fuentes de Asociación Nacional de Broadcasters Uruguayos (Andebu) aseguraron a Qué Pasa que en la oferta básica no estarían incluidos los canales privados de Montevideo. "Eso constituye el principal atractivo de los paquetes que ofrecen los cableros del interior y no se considera justo que ellos aporten lo mejor de sí, cuando las otras patas del proyecto no están ofreciendo sus mejores productos". La fuente se refiere a que la banda ancha del paquete básico no sería la mejor disponible en el mercado. Los canales abiertos de Montevideo y los operadores de cable no creen posible compartir su principal capital de atracción en el mercado. Eso achicaría sustancialmente la capacidad de seducción del producto que ofrece Cardales. Los cableros sí estarían dispuestos a ofrecer la Red de Televisión Color, que es un compilado de "lo mejor de los canales privados".

De todas maneras, el trío de servicios de cable, internet y telefonía conforman lo que técnicamente se conoce como triple play. Teniendo en cuenta que la telefonía fija en este país ya es universal, en realidad, dicen especialistas consultados, se trataría de un double play: sólo dos servicios.

El costo de ese paquete básico, confirmó el presidente de la Cámara Uruguaya de Televisión por Abonados (Catu), Horacio Rodríguez, se consigue por 300 pesos más impuestos. Está dirigido a los 400.000 hogares que no tienen ni acceso a internet, ni televisión por cable. Es muy posible que su principal clientela esté en pueblos del interior, y no en Montevideo.

En el lanzamiento oficial del Plan Cardales la ministra de Educación y Cultura, María Simón, dijo que el programa "cambiará la manera de hacer periodismo, de acceso a la banda ancha, a internet, a las comunicaciones tradicionales, telefonía fija y telefonía móvil".

Para cumplir con eso se contará con Antel y los operadores de televisión para abonados (los "cableros", en la terminología del sector), principalmente del interior.

La propuesta dejaría afuera a las empresas privadas que dan servicios similares y a las que brindan televisión por satélite, por ejemplo.

La Cámara de Telecomunicaciones del Uruguay (que entre sus afiliados tiene a Movistar, Claro, Telmex y Dedicado) presentó dos recursos ante la Dirección de Telecomunicaciones contra el Plan Cardales, porque consideran que sólo se permite la participación de Antel y se deja afuera a los operadores privados, incluso en la creación de la Comisión que estudia la implantación del Plan. De no ser atendidos por el Ejecutivo, prometieron llevar el asunto al Tribunal de lo Contencioso Administrativo.

El 29 de diciembre, en un comunicado de la Presidencia, el ministro de Industria, Daniel Martínez, sostuvo que había que ver, además de cómo se integra a los privados, "de qué forma Antel se convierte en el verdadero articulador de este plan". A empresas como Movistar o Claro no les debe hacer mucha gracia que una empresa con la que ellos compiten en ese mercado sea "el verdadero articulador" de todo el asunto.

Fuentes de Multicanal, propiedad del Grupo Clarín, dijeron a Qué Pasa que se esperan mayores definiciones de los detalles del Plan para tomar una posición en cuanto a las limitaciones del negocio y si les es conveniente. Pero en una reunión de operadores un directivo hizo saber públicamente su descontento. Es que no parecerían estar contemplados en todo este asunto.

El precandidato Danilo Astori en su participación en Punta Show, un evento que reunió esta semana a todos los sectores vinculados a las telecomunicaciones, dejó claro que los privados van a tener que armarse de paciencia.

"El Plan Cardales no tiene que ser visto como agotándose en esta primera etapa", dijo Astori, luego de elogiar el proyecto. "Hay que iniciarlo con cautela y eso se lo da al usuario la presencia del sector público. Para una etapa ulterior, creo que hay que ir abriéndola a operadores privados".

INTERESES VARIOS. En el éxito del Plan Cardales hay varios interesados, según coinciden algunos de los agentes involucrados en el sector. Antel, por ejemplo, podría así incidir en un mercado que tiende a estar cada vez parcelado. La telefonía fija ya es universal y la competencia en el mercado de los celulares es fatal.

Algunos consideran que podría buscar un monopolio nuevo.

Los operadores de televisión para abonados también, porque a la red que ya tienen extendida por todos los hogares (principalmente en el interior) le pueden aportar otro servicio y por lo tanto se les amplía el mercado. Sin embargo, Rodríguez, el presidente del Catu, dijo que su gremial está "esperando las condiciones del contrato de adhesión para ver si nos asociamos". De todos modos aclaró que "de antemano queremos ayudar al Poder Ejecutivo". Algunos en el sector mostraron recelo de participar en el proyecto porque creen que será un golpe duro a un negocio que supo de mejores momentos. La palabra más repetida por los operadores del sector en el Punta Show fue "crisis". En ese sentido, Rodríguez aseguró que el negocio de los cables en el interior está en una "meseta" y que no escapa a cómo golpea la recesión en sus localidades.

A pesar de que el gobierno tiene en la órbita del Ministerio de Industria a su propio ente dedicado a las telecomunicaciones (la Ursec), la responsabilidad de coordinar la implantación del programa recayó en el Laboratorio Tecnológico del Uruguay, el Latu. Lo hará en acuerdo con la propia Presidencia de la República, los ministerios de Industria, Educación y Economía, y la propia Antel.

Al frente del Latu, y por lo tanto al frente del Cardales, está el ingeniero Miguel Brechner, asesor estrella en temas de telecomunicaciones y hombre de confianza del presidente, al punto que comanda los dos proyectos tecnológicos trascendentales para el gobierno. Hay quienes dicen que es el verdadero impulsor de Cardales pero, consultado, Brechner prefirió no hablar de temas vinculados con ese programa. Tampoco pudo confirmar o desmentir si fue él quien convenció al presidente de la trascendencia de esta decisión para la perspectiva histórica de su mandato.

La semana pasada el Latu extendió el plazo para interesados en venderle 7.000 cajas decodificadoras, llamadas set top boxes en el anglófilo vocabulario del sector, para implementar un plan piloto del Cardales en una ciudad del interior, como se hizo en Cardal con el Plan Ceibal. Se ha hablado de que podría ser Trinidad en setiembre, un mes antes de las elecciones, pero eso no pudo ser confirmado. Otras fuentes sugirieron que será en Florida antes de fin de año. Podría estarse preparando además, y como golpe de efecto, el primer "apagón analógico" del país para digitalizar totalmente una ciudad del interior que a menudo es bastardeado.
En una entrevista con la revista Broadcaster, el ministro Daniel Martínez, sugiere que las pruebas pilotos se podrían por hacer por separado en varias ciudades.
El "apagón analógico" consiste en bajar el switch de la televisión tal como la conocemos y empezar a dar el servicio digital. Una de las funciones de las set top boxes es que convivan lo analógico y lo digital por un tiempo. Uruguay es de los pocos países de la región que ya definió cuál será su norma para la televisión digital -la española DVB-T- y los canales privados ya están haciendo emisiones de prueba. Algunos especialistas sugieren que en el pedido de licitación de las set top boxes se exija que cumplan con la norma DVB-T, sería una prueba de que el piloto incluirá la televisión abierta.

Entre los beneficios de la televisión digital está la posibilidad de ver en alta definición, con sonido envolvente y hacer uso de funciones interactivas, entre otras cosas.

Las cajas decodificadoras son de las partes más caras del nuevo sistema y el gobierno estudia la posibilidad de crear un Fondo Universal que, tal como se ha dicho, obligaría a todos a subsidiar un servicio al que otros no pueden acceder.

En ese sentido, en una entrevista con el suplemento Economía y Mercado de El País, Omar Paganini, decano de la Facultad de Ingeniería y Tecnologías de la Universidad Católica, dijo que "todos los servicios de comunicaciones pagarán un canon que habilitará a Antel y los canales de cable a implementar el Plan Cardales con costos subsidiados".

Fuentes de alta especialización en el tema que prefirieron el anonimato en temas sensibles a su sector, aseguraron que un fondo que vaya directamente a Antel podría terminar financiando otros déficit de la telefónica estatal, y que los recursos se perderán en el entramado burocrático del ente. Usan ese argumento para criticar que el Plan se saltee, dicen, la libre competencia.

"Preocupa el mecanismo que se eligió para hacerlo", le dijo Paganini al suplemento salmón del diario, "sobre todo si implica un subsidio a un grupo de empresas en contra de otras, el cierre de ciertos `cotos de caza` para algunas compañías, un fortalecimiento de los monopolios y un deterioro del ambiente de competencia en un mercado clave, que ahuyentará inversiones y consolidará los lobbies".

En una entrevista con El Espectador José Pedro Derrégibus, presidente de la Cámara Uruguaya de Telecomunicaciones, organismo que presentó los recursos contra el Cardales, fue en la misma línea: "hay diferentes formas de acceso para lograr ese triple play y entendemos que todas deberían ser liberalizadas a los efectos de que los usuarios puedan elegir (…) qué proveedor, qué calidad de servicios y qué precios quieren. Esa es la mejor opción".

Eso no parece que vaya a pasar y habría que ver si las empresas que compiten en el mercado de internet tienen real interés en participar en el Cardales. El negocio también implica una gran inversión tecnológica que no todos llegan a entender qué ganancia, más allá del golpe de efecto político, podría darle a la estatal Antel.

Aunque nunca fue un boom tecnológico, en Europa el triple play es una oferta más en un mercado que, sin embargo, tiende cada vez más hacia lo individual en esos tres sectores, con el teléfono celular como centro de la vida tecnológica actual. E incluso con una internet inalámbrica aún incipiente en Uruguay, pero ya presente desde hace un tiempo.

Sin embargo, el plan del gobierno parece de una necesidad imperiosa aunque un negocio no muy claro. Para concretar su sueño de país tecnológico, el presidente Vázquez, eso sí, deberá sortear varios obstáculos.

16%
de los 49.000 hogares potenciales del Plan Ceibal, es considerada también población objetiva del Plan Cardales.

Version oficial del Cardales (1)
"Cardales significa acceso a la información, al entretenimiento, a internet, a la televisión por abonados, es decir al conjunto de servicios de telecomunicaciones, por parte de todas las familias uruguayas", señaló la ministra de Educación, María Simón. Sin embargo, la jerarca aclaró que esto se irá haciendo paulatinamente, aunque la intención de las autoridades es arrancar de manera rápida. Referente a este nuevo programa, Simón explicó que el objetivo es llegar a todas las casas con lo que a veces se llama triple play, es decir con los servicios convergentes.

Concretamente dijo que servicios convergentes quiere decir televisión de abonados, probablemente con mayor interactividad con por ejemplo la posibilidad de pausa, de interacción con el programa periodístico. Por otra parte, indicó que para esta tarea se propone una conjunción de esfuerzos públicos y privados, es decir que el Estado proponga un plan pero que utilice todos los medios a su alcance.
(Del sitio de Presidencia de la República, fechado el 29 de diciembre de 2008).

Lo que hay y lo que se ofrece
El servicio de telefonía en Uruguay, ya sea celular o fija, ya es universal en el país.

La universalización, entonces estaría centrada en internet y cable. Las ofertas de cable estarían limitadas a propuestas culturales o educativas. Internet sería de 256K, una velocidad baja. Ese es uno de los puntos que más se discuten por los operadores.

La Ursec por ahora está afuera
La Ursec, la unidad estatal reguladora de las comunicaciones, no integra la comisión del Cardales. Para su presidente, el arquitecto Jaime Igorra, está bien que así sea. "No añadimos políticas a nuestras decisiones", justificó. "Cuando se diseñe la política, ahí estaremos", dijo Igorra a Qué Pasa.

Detalles

Nueva sigla
Este gobierno se ha caracterizado por un interés inusual, casi adolescente, porque los nombres de sus proyectos sean un conjunción de siglas que forman una palabra o un concepto. Aunque no parezca Cardales es una sigla que, además, refiere, a Cardal, la localidad donde se lanzó el Plan Ceibal. Cardales quiere decir Convergencias para el Acceso a la Recreación y al Desarrollo de Alternativas Laborales y Emprendimientos Sustentables. De hecho, Ceibal también es una sigla que sintetiza "Conectividad Educativa de Informática Básica para el Aprendizaje en Línea".

Telmex afuera
En marzo el Ministerio de Industria revocó la licencia para ofrecer servicio de televisión satelital que Ursec había otorgado a la empresa de telecomunicaciones mexicana Telmex (Flimay S.A) en octubre. La decisión provocó críticas de sus representantes en Uruguay por la violación del Tratado de Libre Comercio con México. El gobierno argumentó que aún no estaba definida la política nacional en telecomunicaciones. En tanto, la Cámara de Telecomunicaciones presentó dos recursos contra el Plan Cardales cuestionando la decisión de dejar afuera a los privados.

85%
de los habitantes de Montevideo e interior urbano, relevados por el INE en 2007, no tienen acceso a internet.

33%
de los consultados por el INE en esa ocasión dijeron no tener teléfono fijo en su hogar (unas 375.000 personas).

57%
de los encuestados afirmó no tener conexión de televisión por cable, lo que equivale a 650.000 personas.

311.184
personas son el objetivo inicial del Plan Cardales: son quienes no tienen internet ni teve cable, pero sí teléfono fijo.

Versión oficial del Cardales (2)
"La idea es que llegue a los más bajos sectores que de otra manera no podrían acceder a ello. El Estado toma el papel activo de llevar también la convergencia tecnológica con igualdad de oportunidades a todo sector de la sociedad. Ese es el espíritu y el corazón básico del tema y sin duda Antel va a tener un papel muy importante aunque no exclusivo porque también el objetivo es utilizar la inversión y el desarrollo que el sector privado ha tenido a la hora de tener redes y utilizarlo para potenciar y generar un desarrollo de triple play. Eso implica que algunos van a acceder a través del cable telefónico o la fibra óptica a la televisión para abonados, y otros lo harán a través del sistema de frecuencias específicas que permite también llegar con triple play (televisión para abonados, transmisión de datos y telefonía) (...) Acá la idea no es excluir a nadie, sino hacer las cosas de una forma ordenada. Hay un poco de ansiedad que es atendible.

(Ministro de Industria y Energía, Daniel Martínez, revista Broadcaster, mayo 2009).


El País, 09 de mayo de 2009 - Fernán R. Cisnero

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