jueves, 28 de mayo de 2009

Cristina Moran: La televisión uruguaya está muy mal

Enfrentarse a esta leyenda de la comunicación en nuestro país fue una experiencia fascinante. La vi y la escuché miles de veces pero jamás hablé con ella personalmente, hasta ahora. Cayó manejando su auto, que nunca tranca para que no le rompan los vidrios si deciden robarle, a las cuatro en punto y no se fue hasta las siete y media. Es un torbellino, que habla hasta por los codos, tiene cuentos y anécdotas maravillosas, una risa contagiosa y un enorme amor a la vida. Recibimos una impresionante inyección de energía y de ganas de hacer cosas de esta joven de setenta y ocho años.

¿Fuiste la primera mujer que promovió los reclames?

No fui la primera, hubo otras. Lo que más recuerdo de publicidad hecha por mi fue Coca Cola, Ciclo de Estrellas de Radio Carve, después Tiendas Montevideo durante 20 años. Cosas grandes como autos, nada. Lo que nunca hice y me negué a hacer, porque era en una época difícil, fue reclames de Financieras. Me negué no por lo que me pagaban sino porque no me interesaba el rubro. Porque veía la joda….nunca lo hice, después desaparecieron porque se descubrió la joda.

¿Sos creyente?

Sí, pero no practicante.

Tu viejo era ateo pero igual fue tu padrino de boda.
Si, era de otra época, de la Revolución Española. Mis abuelos paternos eran gallegos, pero ¿viste lo que puede el amor? Porque mi papá lo hizo por amor, no le gustaba nada de nada lo que yo estaba haciendo, sin embargo lo hizo.

¿Te robaron alguna vez?

Una vez entraron a mi casa, pero tengo alarma y eso los corrió. No me hicieron nada, sí me robaron en Montevideo; entraron dos veces cuando vivía ahí, pero no sé que pasó porque tenían todas las cosas listas para llevarse y no se las llevaron, yo estaba en la casa de mi hija.

Esto no quiere decir que no esté conciente de lo que ocurre, de la situación que se vive con los robos, pero también tengo una postura, que es que lo malo, de pronto para nosotros los uruguayos, fue tal vez pensar o creer que éramos una isla y que a nosotros no nos iba a llegar, que vivíamos en una burbuja. Acá llegó todo y va a seguir llegando.

Igual que la tecnología, que la moda, cada vez hay menos atraso y la droga llegó para quedarse, la pasta base no se va, el narcotráfico llegó para quedarse. La violencia llegó para quedarse, la podemos contener, pero es difícil erradicar, porque en el mundo entero es así y sin ir más lejos están nuestros vecinos.

¿Te parece que se puede legalizar alguna droga?

No sé, se habla del deseo de legalización de la marihuana, se la usa en la medicina, es medio difícil jugarse por ese lado porque te van a decir “si digo que estoy de acuerdo con la legalización de la marihuana me dirán drogadicta, si digo lo contrario me dicen retrógrada”.

No sé, creo que hubo ejemplos en el mundo, en alguna parte, de la legalización de la marihuana y no pasó nada. Ni se acrecentó el consumo, ni nada. Pienso que a veces tenemos que dejar la pacatería de lado y llamarnos a la realidad. Es como la situación de los homosexuales en las FFAA, por favor…los hay…no seas malo. Nadie te va a sacar tu dignidad, ni te va hacer nada que vos no quieras, ni vas a entrar en algo que no quieras, somos todos grandes, dejémonos de pacaterías.

¿Fumaste marihuana?

No.

¿Tomás alcohol?

Tomo vino nada más, me gusta con las comidas, tinto por supuesto. Ya no puedo tomar cuando salgo porque manejo, tomo nada más en mi casa. No tengas duda que si salgo y bebo, no manejo. Mis amigas me dicen que soy muy disciplinada, no hablo por celular, ni tomo alcohol, nada, porque no puedo. Me muero si me detienen, me hacen una espirometría y me da positivo, me corto las venas….es espantoso.

Soy muy legalista, no puedo ir contra las leyes, no puedo llevármelas por delante, no puedo. Trato cuando manejo de no cometer infracciones, las cometo sí, pero trato de que no sean las infracciones grossas.

No eras buena alumna…
Era un poco desprolija…traviesa, me gustaba hacer bromas, divertirme, me mandaban para el patio o detrás del pizarrón; por eso nunca fui abanderada, mi conducta dejaba mucho que desear… completa no se puede ser.

Empezaste trabajando como ascensorista en la tienda La Ópera.
Sí, después me pasaron para ventas de lencería. Me encantó, tenía 17 años y querían que me quedara. Era el año 47 ó 48, comenzaban los Consejos de Salarios, se corrió la voz dentro de la tienda de que nos iban a despedir, entonces renuncié. Me volvieron a llamar pero no volví porque quería otra cosa.

Después trabajé en una oficina cerca de casa, luego me presenté a un llamado que hizo Radio Carve, entré en la radio y fue el sueño del pibe. Se buscaba una “nueva voz” para hacer un programa que se llamaba “El cine y sus estrellas”. Querían una voz femenina para acompañar a Julio Cabot, que era “la voz” de la radio. La condición era que esa voz femenina no tuviera actuación anterior, profesionalmente hablando. Se presentaron 120 chicas y fueron sucediendo las instancias y finalmente quedé.

Dicen que siempre tuve buena voz y la mantengo. Yo no tengo antecedentes en la familia, fui la pionera. Con una voz que heredé de mi mamá, que no tenía nada que ver con la locución, radio, con nada, mi madre nació en 1900. Voces que heredaron mi hija y mi nieta mayor, que tiene 20 años. Mi nieta chica va en camino, va a tener la misma voz.

Ahí empecé en la radio. Cuando me enfrenté a ese micrófono enorme y empecé a hablar dije “esto es lo mío”, desde el primer día de prueba.

Así me pasó cuando me enfrenté a una cámara de televisión.

Pero no querías.
No, porque tenía miedo, porque no sabía, es el temor a lo desconocido, a lo nuevo, a lo que cambia.
En la obra que estoy haciendo lo digo, a una de las actrices que está por jubilarse y tiene terror, lo que tiene es miedo al cambio, los cambios siempre generan miedo.

¿Qué obra estás haciendo?

“Veteranas.com”, una obra que escribí reivindicando la condición del adulto mayor, específicamente la condición de la adulta mayor, en una sociedad y en un sistema que discrimina al viejo y a la mujer más todavía. Entonces, en tono de humor se dicen muchas cosas, muchas.

Sos muy guerrera, particularmente defendiendo aspectos de lo femenino.

Sí, por supuesto, soy mujer. Comencé a ganarme la vida a los 14 años, conozco lo que es ganarse la vida y estar en mundos masculinos con mixtura femenina. No es que alguna vez me hayan faltado el respeto, no pude decir jamás eso, ni que hayan intentado abusar, nada, pero tenés conciencia, de lo que puede pasar y está pasando. Hay que hacerse respetar, pero no todo el mundo puede hacerlo, no todos. Sé muy bien que de pronto se están jugando un puesto de trabajo; pero es necesario que se defiendan igual, que se hagan valer y no tengan temor. Este tema del acoso sexual, de la violencia doméstica, se toca en la obra, no se hace hincapié, son todos temas que nunca lo hacen, porque las mujeres grandes y las mujeres en general también tenemos muchas cosas para decir.

¿Notás un cambio a nivel de la sociedad respecto a la situación de la mujer frente a lo que era cuando comenzaste a trabajar?

Sí, ha mejorado, pero debido a sus propios méritos. Por las luchas tan intensas que libramos. Pero esto no significa andar revoleando calzones y sostenes como pasa por ahí, ha corrido mucha agua debajo de los puentes desde entonces, podemos hacer esta lucha sin necesidad de cosas extremas.

Participemos de esas cosas, las mujeres parlamentarias han hecho y hacen muchísimo, tomemos un ejemplo. No puedo enumerar todo lo que hay en esta materia, desde las legisladoras, hasta la Secretaría de la Mujer de la IMM, más las “casas de la mujer”, etc., es impresionante, unámonos a eso porque no solamente a los hombres de pronto les cuesta aceptar el cambio que causa tanto temor, sino que hay muchas mujeres que les causa miedo y no comparten esto.

¿Sigue siendo muy machista la sociedad uruguaya?

Sí. Es una sociedad machista y discriminatoria. Así como te mencioné sobre la discriminación de los viejos, donde no tienen espacio, no hay lugar para el adulto mayor, para el hombre o la mujer de 50 años.

A nivel político estamos rodeados de viejos.
Lo que pasa es que cuando entran a calentar el sillón…no se van nunca, que se van a ir si tienen todas las prerrogativas que tienen, además se amparan en fueros y no van a declarar.

Los jóvenes se quejan de que ellos no tienen lugar.
Que se los busquen. Los que están se lo ganaron, buscaron, o lo heredaron, como sea, pero hay una cantidad de “nuevos” que se lo ganaron, porque algunos vienen de la nada y no lo heredaron.

No es cuestión de decir “no hay lugar para mi”…ganátelo, salí a buscarlo, peleá tu lugar, salí a la guerra pero no a la guerra con un tenedor. Yo salgo todos los días a luchar por mis espacios, agarro la lanza y salgo, no hay otra. Con los jóvenes lo mismo, no es solamente “yo me preparé”, además tenés que pelearla. Conozco a muchos preparados en este medio donde me muevo, radio, televisión, que les diría “andá para tu casa”.

¿Qué pensás de la televisión uruguaya?

La televisión uruguaya está muy mal. La televisión es distracción, entretenimiento, diversión, pero también es educación y formación. Sobre todo formación, hay que formar a la gente.

Los que aparecemos en la radio, televisión o cualquier medio, tenemos que cuidar muy bien lo que decimos, como nos expresamos, porque somos un referente. Quienes están en los medios son referentes, son formadores de opinión.

Nosotros tuvimos grandes maestros en materia de periodismo, por ejemplo Omar De Feo. Uno de sus alumnos fue Néber Araújo, un referente impresionante. Cada uno de nosotros con nuestras luces y nuestras sombras.

Por ejemplo, había cronistas parlamentarios, no iba cualquiera al Parlamento, había cronistas que mantenían un mano a mano con los legisladores de la época, con los secretarios y cuando venían con la información venían con algo serio. Lo que siento y veo es que ahora hay un afán de decir “yo lo tengo primero”. No es así la cosa.

La televisión argentina es mala, por lo menos lo que nosotros recibimos.

Sí. Por lo menos lo que recibimos. Me preocupa como bajó la televisión argentina, los programas que venían eran maravillosos, los unitarios, los actores, actrices, directores, guionistas, las adaptaciones, todo eso desapareció, se esfumó allá y ahora viene esto, es respetable que lo veas pero no podemos alimentarnos de eso.

¿Cuándo empieza la ficción con tu regreso a la televisión?

Después de las elecciones internas. Comenzamos a grabar ahora en junio y la verdad que estoy contenta, somos 4 parejas. Participé de un casting. Cuando fui no tenía ganas, pero no porque no me gustara, me gusta hacer castings pero no tenía ganas. Fui, hice 3 sketches, me los tuve que aprender. Tengo buena memoria porque la ejercito. Al otro día de tarde me llamó Ricardo Artola para avisarme que había quedado. Luego me enteré que fue una aprobación unánime de la dirección, del canal, de todos.
Me siento orgullosa de haber participado en un casting.

¿Qué personaje hacés?

¿Has visto el español La Pepa y Avelino? Bueno, yo soy la Pepa pero se cambian los papeles; ahora Avelino es gordo y yo la flaca, más o menos flaca. Hago el personaje de la Pepa, lo que pasa es que el canal compró el formato y los libretos, todo. Acá hay cuatro guionistas, uno por cada pareja. Eso es muy importante, donde se hace para nuestra forma de ser. Esta ficción española tiene mucha agresividad, lo que pasa es que son dos sociedades, culturas distintas, y la directora que es una argentina brillante, Diana Álvarez, opina eso, que son dos culturas diferentes. El canal apuesta a esto, puso todas sus energías dirigidas a este proyecto, estamos muy contentos, es un buen elenco.

¿Quiénes son?

Está Hugo Arana, el único argentino, pareja de Graciela Rodríguez; luego Leonor Svarcas, la chica de Gigante, que está con Sebastián Almada; Elena Brancatti, integrante del elenco de la compañía Italia Fausta y Jorge Bazzano, actor de comedia y finalmente Hugo Blandamuro y yo. Somos las cuatro parejas, luego hay otras participaciones como Paola Bianco, Alexandra Moncalvo.

¿Cuánto hace que no hacés televisión?

Desde el 95 en Canal 5, pero en Canal 10 hace 21 años, es mucho.

¿Es volver a casa de alguna manera?

Es volver al vientre materno, por supuesto, donde comenzó nuestra televisión, ahí estábamos. Estoy contenta, lo tomo con la cautela y sobriedad que suelen darte los años transcurridos, lo tomo bien.

Te convertiste más que en locutora o periodista, en actriz.

Sí, intuitivamente. Pero antes, cuando trabajaba en radio salíamos con los radioteatros. La primera vez que hice teatro creo que fue en el 75 ó 76. Me invitó D´Angelo en donde era el Teatro del Círculo.

Siempre estuve vinculada, desde que me retiré de la televisión y la radio me pude dedicar más al teatro. También he procurado crear mis espacios porque no puedo esperar a que me llamen. Escribí un monólogo “La dulce historia de Florinda Flores” una vieja en situación de calle que fue prostituta y cuenta su vida; la ubico en un Montevideo que yo viví, de los años 50, donde su auge es hasta 1956 y luego empieza a decaer, como también empieza a decaer nuestro país, ya entrando en la década del 60.

Con Florinda sigo saliendo al Interior y hace dos años que salgo con el Programa Esquinas de la Cultura. Lo presenté a este programa en el 2007 y fue aceptado. Entre 2007 y 2008 hice 17 esquinas. Es una experiencia que se la deseo a todos los actores y actrices.

¿Cambia el público?

¡Totalmente! Además estás yendo a su casa, a sus costumbres, a sus tortas fritas cuando llueve, tortas caseras para agasajarte, te dan su amor. Es distinto el público, no por razones sociales, es distinto todo. Eso no lo cambio por nada. Se lo recomiendo a todos los artistas, es una experiencia para vivirla.

En toda tu carrera te estigmatizaron mucho, para algunos eras de izquierda para otros de derecha.

Si, claro. Bueno, era un cebo tentador, y “a esta había que darle”. Pero aquí estoy, ¿donde están los otros?

¿Cómo te definís ideológicamente?

Considero que soy de izquierda, no sé si se define así porque está todo tan manoseado que ya no sabés quién es quién. Lo que no me convence mucho es lo de centro, estás para acá o para allá, definite. Me defino como una mujer que esta para el lado que entiendo hay que estar. Que me disculpen, no hago política, no soy una mujer politizada públicamente pero sí muy politizada en mi vida privada, como todos; todos somos políticos. Es mentira eso que algunos dicen que no son políticos porque todos lo somos.

En mi vida privada sí, me gusta mucho la política, muchísimo, me parece apasionante, terrible, nefasta muchísimas veces, me parece un mal necesario tenerlo y defenderlo, el sistema en el que vivimos, el sistema democrático, algo que nunca debimos perder.

Tenemos que luchar a brazo partido para no perderlo, que no haya un asomo de lo otro, por favor. Fue muy duro, no porque yo haya tenido familiares detenidos, desaparecidos, porque además mi familia es tan breve, prácticamente no tengo, pero me hago cargo de todo, me siento responsable de todo.

¿Cómo visualizás el Uruguay del futuro?

El Uruguay de mis nietos, no sé si lo voy a vivir, pero quiero que crezcan y se formen en un país libre, independiente como es, democrático, donde haya justicia, donde impere la justicia como impera en nuestro país, porque últimamente se ha dado por castigar al Poder Judicial.

No me gusta eso, nada, porque creo en la separación de Poderes. Imagino un país donde se recuperen los valores que se han ido perdiendo, palabra muy vapuleada la de “valores” pero creo en la vuelta a la familia, la unión de la familia y el hogar. Más tarde o más temprano, el tiempo te va hacer sentir lo que vos recibiste en tu hogar, lo vas aplicar o no, lo bueno y lo malo.

Quiero ese país, no donde seamos todos iguales porque es imposible, no existe, siempre van haber pobres, más necesitados, siempre lamentablemente van haber más ricos, pero tratemos de que todo sea con dignidad.

La dignidad, salvarla, para crecer, desarrollarse, morir.

La familia clásica cambió sustancialmente, hoy la mayoría de las familias son monoparentales.

Por supuesto, yo tuve esa experiencia. Solas o con un compañero, una pareja, marido, no sé…ahora concubino dejó de ser mala palabra por suerte, igual tiene algunas connotaciones. Pero ya sea monoparental o como sea, hay que luchar por la unión de la familia, por la unidad, la familia debe ser compacta. Tiene que estar ahí, los hijos tienen que tener la presencia paterna y materna, tienen que arreglarse como puedan pero deben estar con sus hijos cuando te necesitan.

La pérdida de valores de la que hablabas hoy refiere a eso.
Porque la familia está disgregada, el chiquilín está mucho tiempo solo, mirando televisión, computadora. Necesita de los padres. Yo necesité mucho de mis viejos y te digo, hoy tengo 78 años y sería fantástico tenerlos.

Quiero que mis nietos vivan en un país donde todo eso pueda recuperarse, donde se llegue a ser esa cosa de la familia, donde no haya un televisor en cada cuarto, que haya un solo televisor donde juntos comenten la película o la noticia, donde todos participen.
Me gusta mucho la familia.

¿Sos buena abuela?

Mis nietos dicen que si, soy un poco calentona, pero ayudé a criarlos. Mis nietos son un poco hijos míos, sobre todo la mayor, Dominique. No soy una abuela permisiva, no soy cargosa, soy muy liberal.

Dijiste que eras calentona, ¿qué te enoja?

Me enoja las injusticias, los niños malcriados, maleducados, me enojan las madres que los ven haciendo lo que no tienen que hacer y no los corrigen. Todo eso me enoja, porque están construyendo monstruitos. Me enoja la gente que no pone límites, si dejás que el nene te destroce una mesa con un martillo mañana te destroza la casa y te va a destruir a vos o a otro.

Límites no quiere decir represión. No es fácil porque no es cómodo, es más cómodo lo otro.

Además a los niños hay que explicarle las cosas, decirles por qué.

Decime tres errores de este gobierno.

Qué se yo. No estoy tan informada, quizás el tema que está tan presente. El Ministerio del Interior siempre fue uno de los más difíciles, junto con el de Economía y Salud Pública. No es nada nuevo, es importante destacar que es un problema histórico; de pronto, hubo errores en la conducción del Ministerio del Interior, no pongo nombres ni hago críticas, es simplemente algo que veo desde afuera.

El doctor Díaz, que me parece un hombre excepcional, tuvo ideas y ganas de cosas buenas, me parece que lo socavaron mucho y que de pronto ya no estaba en el tiempo de vida adecuado. Fue un acto fallido haberlo puesto porque de pronto debió estar en otra cosa.

Creo que es un hombre excepcional, transparente, respetado, al cual se le faltó el respeto, y eso me duele mucho.

No es fácil conducir el Ministerio del Interior, no es fácil enfrentarse a hechos de corrupción, a una sociedad en cambios muy fuertes. Por ejemplo, si vos tenés un arma en tu casa y la vas a usar, vas a matar. Me preocupa hondamente el INAU, qué está pasando con los hogares del INAU.

Me preocupa la mochila de ese hombre que mató a un muchacho de 15 años. No creo que la solución sea bajar la edad de imputabilidad, no es la solución.

Quiero saber qué es la tolerancia cero con la delincuencia, ¿los matamos? En el alcohol para conducir la entiendo y es claro, tolerancia cero para fumar en los locales públicos cerrados, perfecto. Pero cuando se dice tolerancia cero a la delincuencia.

¿Qué hacemos? ¿Los degollamos e incineramos? Tenemos que buscar una solución y eso ¿está sólo en el Ministerio del Interior o nos compromete a todos? Porque no somos ajenos, somos parte de la realidad. ¿Qué podemos aportar los ciudadanos de este país? Ese es un tema para seguir, no hay una solución definitiva, para mí no existe.

Tampoco es la pena de muerte, no arreglás nada y eso lo saben los países que la tienen. A esto hay que buscarle una solución, no porque estemos peor que en otros países, como Argentina, es porque estamos y punto. No me importan las comparaciones, tenemos que buscar achicar el pánico.

¿Qué hacemos con los menores delincuentes?

El INAU es todo un tema. Conocí el Consejo del Niño, con la doctora Adela Reta y me pongo de pie cuando la nombro, sobre todo en aquellas instancias cuando fue su presidenta. Hizo cosas estupendas, desterró la palabra asilo, porque los menores en la Colonia Berro, en los hogares, eran ejemplo.

Yo asistía a las asambleas de los muchachos, donde se discutían todos los temas y se ponían a votación democráticamente. Conocí en la Colonia Berro la tierra cultivada, los chanchos criados, los patos, etc.,

¿Por qué no se puede volver a eso, qué pasa que no podemos volver a eso? Pido solamente que se vuelva. Que le den forma humana a estos muchachos, que le den donde vivir dignamente, dormir y comer dignamente. Esto para mi es primordial, porque estamos apostando al futuro, esos chicos son recuperables, pero vamos a darle la posibilidad de ser recuperables.

Conocí el Penal de Punta Carretas, que ahora es un shopping, cuando era penal y cuando los presidiarios trabajaban. Había talleres, hacían artesanías, hacían teatro, tenían un anfiteatro divino; uno de los que daba clase era Juan Jones. Además percibían remuneración y tenían algo para ellos cuando salieran, jugaban al fútbol con los guardias.

¿Por qué nadie propone algo así? Sea quien sea, pero hagámoslo por favor. La gente tiene derecho a la dignidad, en todos los campos, hayas hecho lo que hayas hecho. No podés seguir tu vida indignamente. Esas cosas son cosas que nos vienen desde siempre, pero no de tan lejos. ¿Qué nos impide retornar a eso, volver al pasado bueno?

Por supuesto que podemos vivir del pasado, ese pasado tenemos que tenerlo presente.

¿Por qué se fue el padre Mateo? Porque él no fue claro tampoco, él no tiene porque estar casado con nadie, tiene que decir “pasó esto y esto…” y no con medias verdades que son peores que una gran mentira.

Yo había apostado al padre Mateo, me había jugado y me fracasó. Hace unas declaraciones y no dice nada. Me hubiera gustado que dijera en su momento porqué se iba.

¿Qué dijo el padre? Nada; por favor diga, ya que es un hombre en el cual pusimos esperanza, por favor no sea malo y tampoco sean malos los que tienen posibilidad de hacer algo.

En Uruguay en general no se dicen las cosas de frente.
Eso es lo malo. Eso es una de las peores cosas de los uruguayos, siempre con medias tintas. No son frontales, y el caso del padre Mateo me lo deja clarísimo, pensé siempre que él iba a ser claro y frontal, pero ¿qué estamos cuidando? ¿las espaldas? ¿Estamos cuidando las espaldas a otros? No te cases con nadie por favor.

En esa época conocí a un hombre sensacional, iba con mis cámaras a grabar y era Leonardo Clausen, él fue una institución dentro del Consejo del Niño. Luego lo volaron en la dictadura, como voló todo el mundo, pero les saco el uniforme, trató de sacarles el estigma.

Quiero volver a eso. ¿Es tan difícil reacondicionar todo eso?
Como esta gente de Un techo para mi país, hacen esos techos. ¿Es tan difícil hacer cosas? Todos somos responsables.

El tema es que muchas de esas cosas se las deja al Estado, como que debería hacerlo.

No, porque somos un país paternalista, gracias a Don José Batlle y Ordóñez, gracias, pero nos malcrió. Nos malcriamos en un Estado paternalista, todo lo debe resolver el Estado y ¿quién es el Estado? Nosotros. Todos nosotros somos el Estado, vamos a actuar, no es el Estado, es el gobierno que tiene que hacer todo.

No, tenemos que actuar todos, vamos a proceder, si somos tan chicos, somos tan pocos, es un país tan lindo. Aquí viene a vivir gente de países tan lejanos. Vivo en El Pinar y todos los días encuentro gente extranjera, hay varios rusos, norteamericanos, alemanes.

Te hablo de El Pinar, andá a Pirlápolis, Punta del Este, vamos a defender esto que tenemos, pero hagámoslo entre todos, no esperemos que el gobierno de turno nos dé todo servido en bandeja porque es imposible. Ni en 5, 10, ni en 15 años un gobierno puede hacer todo.

¿Quién gana las próximas elecciones?

Vos querés mandarme a la guerra con un tenedor. En las nacionales está brava la cosa, será la lucha entre dos candidatos, entre dos partidos distintos: Frente Amplio y Partido Nacional. Si la cosa viene dándose como hasta ahora para las internas, pienso que tiene que ganar el FA con Mujica. Mirándolo objetivamente, no se trata de votar a este o al otro, pero pienso que va a estar entre Mujica y Lacalle. Viendo las encuestas, tomando un poco el pulso de la gente, de la calle, pero es muy fuerte lo que está ocurriendo.
Sabés que hay momentos en que todo esto me parece una irrealidad.

¿Que Mujica sea candidato a presidente?

Sí. Es raro. Pero es un juego democrático y eso es lo que importa, porque este hombre, equivocado o no, abrazó un ideal, cometió errores, purgó sus culpas, y muy fuerte, y un día llegó al Parlamento. Llegó un día en su motoneta y le preguntaron si se iba a quedar mucho tiempo y contestó “si me dejan, 5 años”.

Pienso que Mujica hace mucho tiempo se prepara para ser presidente. Es un hombre inteligente, de una rapidez mental impresionante, informado, que puede decir cualquier cosa y cambiar el sentido, y está todo bien. Es un hombre muy particular el senador Mujica, y si se preparó para ser presidente, hace muchos años, o es reciente, no lo sé, está bien, es el juego de la democracia. Este señor vive en un sistema democrático y tiene cantidad de gente que lo apoyó y todo un aparato que lo apoya. Ahí está.

Pienso que si llega a la presidencia va a ser un buen presidente, o tal vez una de las cosas que lo motivó más a su candidatura fue aquella pareja que proclamó el doctor Vázquez que fue Astori –Mujica. Tal vez eso fue lo que le hizo tomar la decisión. Por eso pienso en que se estaba preparando, y que esa cosa de Vázquez fue un mazazo para él, como sería para cualquiera de nosotros. ¿Por qué? ¿Porque Astori es universitario? Esas son cosas que yo elaboro. No voy hacer nada para que no sea así, quiero que sea así, estamos hablando siempre del juego de la democracia, que sea así y para toda la vida, en el país de mis nietos, de los tuyos, de todos.

Para que tengamos un país en paz, social, económica, que la gente pueda seguir disfrutando, que los jubilados tengan turismo social, aumentos como han recibido en estos últimos tiempos, esas cosas hay que decirlas, nunca se estuvo así.

Vos sos jubilada.

Sí. Por eso, hay que vivirlo, yo viví la jubilación de mi mamá, viví los primeros años de mi jubilación, para que todo eso, para que lo positivo siga creciendo y lo negativo no, lo que no se hizo pueda construirse, ayudemos a que se haga. Para que a nuestros herederos, a nuestros hijos, nietos, les dejemos un país como para nosotros, pero mucho mejor.

¿Cómo te mantenés joven?

Me mantengo mental y espiritualmente joven porque soy una mujer proyectada al futuro, absolutamente proyectada al futuro. No estoy detenida en el tiempo, para mí hoy es mañana. Eso me mantiene joven, me mantiene joven el hablar, investigar, dialogar, preguntar, observar, escribir, crear, actuar y no bajarme de los tacos altos, porque bajarme de los tacos altos es un símbolo, la quedaste. Nunca en pantuflas, ando sólo de tacos bajos donde vivo, en El Pinar. Eso, mantenerme proyectada, en el futuro, en mis nietos, mi hija, mi yerno, mi familia, en mis amistades, en la gente que quiero. Proyectada en el público maravilloso que nos va a ver los fines de semana, todo eso, estoy ahí y ahí no hay edad que pueda contigo, es estar activa.

¿No tejés?

No, ni crochet, ni tejido de dos agujas, ni cocina ni repostería. Lo elemental, de cocina lo elemental, y hago algo que me dure por el día. Todo verdura.

¿Leés mucho?

Sí. Cuando estoy ensayando, no leo. Cuando aprendo letra no puedo. Pero sí soy lectora, ahora estoy terminando un libro sobre Lula Da Silva, pero es un libro biográfico. Me gusta mucho leer, todo lo que sea información me gusta y me enojo a veces con los informativos. Veo todos los informativos, y culmino con el de Canal 5, que me da las cosas concretas, claras y que no veo en otro lado. Me gusta estar informada.

PERFIL
Cristina Morán nació el 17 de agosto de 1930, en Santiago de Chile y Cebollatí, barrio Palermo, orgullosa de asistir a la escuela “laica, pública y obligatoria”. Afirma no haber asistido al liceo lo cual le “apena mucho”. Sin embargo, “era otro tiempo, las necesidades eran otras”. Hoy vive en una casa “sin muros” en El Pinar. Tiene una hija y dos nietos.


Voces del Frente, 28 de mayo de 2009 - Alfredo García

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