jueves, 14 de mayo de 2009

Uruguay comenzará a utilizar su satélite antes de fin de año

Antes de fin de año, Uruguay comenzará a utilizar el satélite que tiene en su órbita desde octubre del año pasado, en acuerdo con el gobierno de Venezuela. La intención del gobierno uruguayo es que la inauguración se haga en forma conjunta con los presidentes Tabaré Vázquez y Hugo Chávez.

El satélite será utilizado en principio solo por el gobierno, entre otras cosas para desarrollar y fortalecer el Plan Ceibal y el Plan Cardales, y mejorar el servicio de banda ancha de ANTEL, adelantó a El Observador el presidente de la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicación (Ursec), Jaime Igorra.

La puesta en marcha del satélite para Uruguay significará también que las comunicaciones públicas no tendrán costo, explicó el jerarca. Las tarifas que cobra la empresa estatal de telecomunicaciones podrían descender en lo que refiere a la contratación del servicio de banda ancha de Internet.

Las autoridades uruguayas procuran la presencia en Montevideo del presidente venezolano en una fecha a confirmar en el segundo semestre de 2009, aprovechando una posible gira del mandatario bolivariano por la región, confió a El Observador un jerarca del Ejecutivo.

El próximo viernes 15 de mayo, Chávez visitará Buenos Aires para reunirse con la presidenta argentina Cristina Fernández.

La oportunidad sería propicia para que Vázquez y Chávez inauguren la utilización del satélite por parte de Uruguay, pero la infraestructura que debió construirse en Montevideo para operarlo está demorada, por lo que se deberá esperar otro momento para anunciar la ceremonia con bombos y platillos.

Pero la semana pasada llegaron noticias desde Caracas, comentó Igorra a El Observador.

El embajador uruguayo en Venezuela, Gerónimo Cardozo (que pronto dejará el cargo por cuestiones de salud, según informó el viernes La República) llamó a Montevideo para anunciar que en los próximos días llegará a Uruguay la ministra de Telecomunicaciones, Ciencia y Tecnología de Venezuela, Socorro Hernández.

La jerarca visitará el país para iniciar la construcción del telepuerto y la estación de monitoreo, dos instalaciones que establecerán la conexión uruguaya con el satélite.

Ambas estructuras tienen un costo aproximado de US$ 500 mil, que corren por cuenta del gobierno de Venezuela, y se instalarán en la estación que tiene ANTEL en el barrio Manga, al norte de Montevideo.

Socorro Hernández llegará acompañada de técnicos venezolanos expertos en el manejo del satélite. Estos capacitarán a los uruguayos que operarán la conexión con el aparato en órbita.

Esa órbita es propiedad del Estado uruguayo pero el satélite es venezolano. Por eso, y aunque se llama Vensat Uno-Simón Bolívar, el satélite lleva impreso en el casco las banderas de Uruguay y de Venezuela.

Esto fue posible por un acuerdo suscrito entre Vázquez y Chávez en 2005. Uruguay tenía la órbita pero carecía de dinero para comprar y lanzar al espacio un satélite propio. Venezuela quería tener un satélite para cubrir su territorio y parte del Caribe pero no tenía ninguna órbita asignada.

Por eso ambos gobiernos firmaron un acuerdo por el que Venezuela aportó el satélite y los recursos. Uruguay tiene desde entonces derecho a utilizar el 10% de la capacidad del satélite.

Ambos gobiernos deben coordinar la utilización del satélite con Estados Unidos. Es que el satélite uruguayo-venezolano se encuentra en medio de otros dos, propiedad del gobierno estadounidense.

El espacio circundante a la Tierra está dividido en grados. El Venesat Uno está a los 78°, mientras que a los 77° y a los 79° están los de Estados Unidos, uno de ellos utilizado con fines de seguridad. Y por la cercanía puede haber interferencias, explicó Igorra.

Uruguay debe pagar a la Unión Internacional de Telecomunicaciones el costo de mantener la órbita y la frecuencia abierta.

La cifra
35.786 metros separan al satélite Venesat Uno-Simón Bolivar de la superficie de la Tierra. Está en la órbita uruguaya.

Claves
El satélite Venesat Uno-Simón Bolívar, propiedad de Uruguay y Venezuela, fue lanzado por China el 29 de octubre de 2008.

La vida útil del satélite es de 15 años aproximadamente.

La construcción del satélite, su puesta en órbita y el mantenimiento le costó a Venezuela US$ 250 millones.

El satélite mide 2,36 metros de alto por 2,10 de ancho. Los dos brazos con celdas solares para retroalimentar las baterías se extienden desde el centro y miden 12 metros de longitud cada uno.


El Observador, 10 de mayo de 2009

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