jueves, 7 de mayo de 2009

Secreto a voces

El juez Rolando Vomero hizo lugar al pedido de la fiscal Ana María Tellechea y ayer se pronunció a favor del procesamiento sin prisión del autor del libro Los Secretos del PCU, por difamar al edil comunista al acusarlo en esa publicación de que había “colaborado” con los militares durante la dictadura.

Transcurridos siete meses desde el inicio del juicio iniciado por Tutzó, se produjo el desenlace. Como había ocurrido en las anteriores audiencias, Alfonso se negó a hacer declaraciones, aunque ayer dio a conocer la portada de su próximo libro que tratará, según dijo, de este juicio. “Acá es donde voy a hablar”, repetía señalando la impresión a color de la carátula.

Su abogado Gustavo Salles tampoco quiso hacer declaraciones.
Salió despavorido del juzgado de Bartolomé Mitre y se alejó gritando: “es una violación de derechos humanos de este gobierno”, en alusión al fallo del juez. Los periodistas –también gritando- preguntaron si iba a apelar la sentencia, pero no respondió.

Tutzó, evidentemente satisfecho, expresó “la importancia” del dictamen “en nombre de la memoria histórica para recuperar la verdad” y de que “no se implanten nuevas formas de impunidad diciendo cualquier cosa de cualquiera”. “Esto es que no sólo se ofendía al que habla [él] sino a los miles que resistieron la dictadura”, añadió. Consultado sobre si leerá la anunciada publicación de Alfonso indicó: “yo leo todo, hasta El País”. No obstante, no está dispuesto en el futuro a responderle al autor todas las preguntas que le quisiera hacer.

“No le contestaría nada que ayudara a darle forma a una versión como la que en este libro [Los secretos del PCU] aparece sesgada.

Si hoy o mañana el señor Alfonso nos llama por algo, veremos en cada momento si contestaremos o no”, afirmó y adelantó que está pensando en hacer una mesa redonda sobre los “verdaderos secretos del PCU”.

La veracidad de las afirmaciones publicadas por Alfonso, de las cuales no se rectificó, no pudieron ser probadas. Éste fue uno de los motivos determinantes para que Vomero se pronunciara por el procesamiento, aunque sin prisión por tratarse de un primario. El magistrado entendió que Alfonso incurrió en el delito de difamación, previsto en el artículo 333 del Código Penal, que se imputa cuando ante varias personas reunidas o separadas -pero de tal manera que pueda difundirse la versión- se le atribuyere a una persona un hecho determinado, que de no ser cierto pudiera exponerlo al desprecio y el odio público.

“‘Colaboró’ según el diccionario Larousse es ser colaboracionista en política, y ‘colaboracionista’ se aplica al que apoya un régimen político instaurado por los enemigos de su país. Al denunciante se le atribuyó haber colaborado con los militares durante la dictadura. El delito solicitado por la fiscal implica que se le atribuya al denunciado un hecho concreto. El hecho ‘colaboró’ es un hecho concreto que lo hace caer [a Alfonso] en el delito de difamación”, analizó durante la audiencia oral y pública.

“El indagado atribuyó el término a fuentes militares que preservó y es su derecho, pero en el acta ratificatoria también dijo que creía inconveniente la participación de militares en este proceso, porque algunos están procesados por violar derechos humanos. Resulta evidente que atribuir un acto desleal o una traición es ofenderle el honor”, concluyó el magistrado.

La Diaria, 07 de mayo de 2009 - Lourdes Rodríguez

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